
Ahora te daré el dolor.
No temas, quizás sea lo más dulce que tengo.
En la brisa viajan las preguntas.
Verlas pasar entre las nubes
me recuerda una estación de metro
donde nadie sabe coger su tren.
Hay un reposo.
Un silencio que comparto contigo.
Sé que a veces es muy poco,
quisieras tener todo un alfabeto,
pero saber entender los silencios
es un viaje lejano que dura mucho tiempo.
Un deseo se recupera
nada más que se tiene cerca
el vaho del aliento,
el aroma de tu boca
siempre deshace mis respuestas.
La lluvia trae un renglón húmedo
en la mirada del horizonte.
A veces pienso en ti
como en un aguacero
que siempre me humedece.
¿No sabes de mis yemas
más que el fragor de las horas?
En la tibia caricia duermen todos los aromas.
El señuelo para que tu alma me busque.
Es tarde corazón, duerme conmigo.
Seré el faro vigía.
Tú, la barca entre las aguas tranquilas de mi pecho.
El alba sabrá esperarnos como un verso de nieve.
F
7 comentarios:
"...cama vacía
trampa de la angustia"
Sale de la voz un dulzor de playa abandonada, aùn asì, medespiertas un mundo de caricias y terrazas de jacintos.
Un beso Fer
¡Qué bonito, amigo!
No sé decir nada, me quedo en la cima de tu poema que para mí son los 4 últimos versos "Esta tarde...
Ahora te mando besos.
Será, quizás, el reposo del guerrero? Abrazos.
Dar, darse.
Aunque sea el dolor.
La noche -faro, barca- será nuestra recompensa.
Un abrazo.
es en el reposo del deseo cuando el dolor se vacía de sus aguaceros
un abrazo
sería bonito crear ese alfabeto de silencios:)
besos
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