prendido en los botones de la tarde
y en ese largo silencio que nos absuelve
de ser siempre nosotros.
Apenas somos la sombra húmeda de una palabra,
el pequeño esbozo de un sueño.
Un grito puede durar un segundo
o ser tan eterno como el final de un astro.
Hay días que enciendo el bosque al pensar en ti
y sin embargo tú estás lejos, cercando las nubes,
creciendo al ritmo de las alas de los pájaros
y en la línea roja y ardiente del horizonte.
Hay mañanas que me despierto
y siento tu sombra en la almohada,
entre tu pelo un largo viaje de arenas
y en tu piel el sendero que abre la luz
y despierta de nuevo al día.
Puede parecer que nunca se acaba,
y es así, no hay final, tan sólo instantes,
desayunos, llamadas, besos furtivos,
miradas con el calor de un carasol,
todo lo que esconde un año,
un decenio, media vida,
la conversación que dura sin hablarnos,
el escalofrío de un último surco,
la lluvia templada entre dos sexos,
esa larga definición de lo innombrable.
F
6 comentarios:
los instantes, esa interminable definición de lo innombrable
... fugaces pero presentes, un compendio de eternidad
un abrazo
Lo que se nombra sin nombrarse es lo que está dentro de uno,los momentos intensos ya vividos, los recuerdos que quedan en el olvido los instantes infinitos ya pasados, ¿es eso el amor??
Bueno me quedo cavilando
Hay días que al abrir la ventana y ver al sol saltando insolente la línea del horizonte, pienso que fue un poeta el que diseñó los despertares.
Hay otros en que me invade la ternura cuando el sol se cuela entre las ranuras de la persiana y dibuja caminos de luz en los huecos de su cuerpo donde tan bien encajan mis relieves.
Un abrazo, Fernando, me encantan tus poemas.
Pinceladas de una fugacidad que duele. Abrazos.
Todo lo bello es fugaz, pero tú tienes un Don especial para atrapar en tus poemas esos instantes y hacerlos eternos.
Besos
Lo fugaz y efímero es lo más eterno e inolvidable
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