Con los restos de la noche en tus ojos, abrázame.
No hemos violado el reto del silencio.
Mi dolor camina por tu piel y sabes acariciarme
como si nunca más fuera a amanecer.
Detrás de los augurios y la tristeza camina tu voz,
un eco de adagio que arde entre las flores.
Nadie sabe cuanto guarda de ti mi ansia,
ni de los desvanes vacíos que surgen en el cielo,
ahora mis manos se deshacen en la lluvia,
pero ser un afluente de tu boca
me trae la dulzura de morir contigo
dándote las pocas monedas que me quedan.
F
7 comentarios:
Con el resto de la noche, te dejo un beso triste..Así me ponen últimamente tus poemas.No sé que extraño secreto tienen que me provocan eso.
Ummm...Este poema es bellísimo y tierno, Fernando. Los ojos que reflejan la noche no se olvidan... y las emociones sentidas...son impagables. Exquisito.
Besos
Hola Fernando. Sigo viva. Tú también, ya veo.
El verano hace todavía más sensual la lectura de tus poemas. Como éste.
Te veo activo, como siempre. Leyendo acá y allá. Como siempre. Y me alegro mucho.
Y te envío muchos besos
"Detrás de los augurios y la tristeza camina tu voz"
... ummmm, genial.
;)
Los restos de la noche se levantan entre la piel y el amor. Muy bueno. Abrazos.
te dejo un beso enorme...
porque no me escriben semejantes bellezas????
Quizás lo que menos hay en estas noches es silencio, posiblemente haya silencio verbal, pero nada más; hablan los abrazos, hablan los ojos, hablan las manos, las miradas, las caricias, el dolor... por eso hay augurios y tristezas y ecos… todo ese sentir que arde estrepitosamente.
Nadie sabe del ansia, ¡pero es tanta! que por calmarla no importa morir si es dulcemente.
Ay Amigo! me recordó a los amores de antaño, ¡amor, sentir, arder, fundirse…todo hasta la muerte!
Un abrazo.
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