Mientras tu vestido de punto se hacía un ovillo
yo medía el tiempo de las olas,
cifraba en tu cuerpo cada marea,
rebautizaba tu nombre con las yemas de mis dedos,
mi boca silenciaba cada gemido tuyo
y un aura húmeda
nos donaba su silencio.
yo medía el tiempo de las olas,
cifraba en tu cuerpo cada marea,
rebautizaba tu nombre con las yemas de mis dedos,
mi boca silenciaba cada gemido tuyo
y un aura húmeda
nos donaba su silencio.
3 comentarios:
Hermosa atmósfera dibujada con lo justo. Felicidades.
Ese cuerpo que nos seduce y quita el aliento. Abrazos.
La imagen que minimiza para después engrandecer el momento.
Que bién lo haces¡¡
Abrazos
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