Algo del invernal otoño traía tu boca,
la suave caída de la lluvia,
la saliva derramada en gotas donde demorarte,
el llanto de la sangre hormigueando en la piel
cuando tus labios dejaban un rumor de hojas secas
al recorrer muy despacio toda mi anatomía.
2 comentarios:
Esa boca con sabor a miel. Abrazos.
El resquebrajo sutil que no es silencio.
Precioso¡¡¡¡¡¡¡
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