Todas las mañanas, al despertar, recordaba su país y a los suyos. Hamed era un hombre joven de unos treinta años y de religión musulmana, que había tenido la suerte de estudiar periodismo en Rabat, pero que tuvo que venir a España a trabajar, ya que en su país era difícil y arriesgado ejercer la profesión, con un mínimo de libertad de expresión. Pero al llegar a España nada fue como el había soñado ,fue de periódico en periódico, de emisora en emisora ,pero nadie lo contrato .Sus ánimos se fueron apagando y sus ilusiones también. Hamed subsiste ahora, gracias a una revista, la Farola se llama .Si quieres verle le encontrarás en el semáforo de la calle Melancolía esquina con calle Desilusión.
Nicolás Corraliza
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2 comentarios:
bienvenido al mundo hamed.
besos
Es muy triste.
Pero sucede tantas veces...
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