Segundos antes de morir, el maestro miraba una mariposa. Estaba posada sobre la tapia, indiferente al pelotón de fusilamiento. Pensó que tal vez una bala perdida podría alcanzarla y se apartó un paso de ella.
Tras el estallido de la descarga, unas tenues alas amarillas, orladas de tímido violeta, sobrevolaron la sangre de los asesinados. Dibujaron en el aire un instante de belleza en su memoria.
Dibujo y relato Chema Lera
6 comentarios:
Sublime. Un minirrelato admirable y el dibujo acompaña al texto estupendamente.
Besos
Con sabor a "Lengua de mariposas".
Sencillamente precioso.
Enhorabuena.
A salvo...
Un abrazo.
Hermoso.
Besos
Alba
Dioses, que relato tan triste...
Qué delicadeza en la relación muerte-vida.Enhorabuena
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