Una a una,
todas las gotas de la lluvia
traían restos de la noche
y aunque en silencio recorría la plaza
y me empapaba,
latías en mi
como si lo que nos unía
tuviera una urdimbre de caricias
que nunca fuera a desaparecer.
todas las gotas de la lluvia
traían restos de la noche
y aunque en silencio recorría la plaza
y me empapaba,
latías en mi
como si lo que nos unía
tuviera una urdimbre de caricias
que nunca fuera a desaparecer.
F
2 comentarios:
... pero desaparecen... el luz del amanecer las diluirá...
besos
Gotas que empapan de recuerdos. Abrazos.
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