Despierto a veces con un sabor a recuerdos,
con gusto a Gordon´s y a Chesterfield sin filtro.
La mañana no deja de ser una lluvia interminable,
un acoso de preguntas y un viaje sin tiempo,
como si todo lo que me pasa
fuera parte del silencio
que siempre deja el abandono,
o tuviera que tener
carreteras secundarias para respirar
y música de Pink Floyd
para sentir que lo irremediable ya pasó.
con gusto a Gordon´s y a Chesterfield sin filtro.
La mañana no deja de ser una lluvia interminable,
un acoso de preguntas y un viaje sin tiempo,
como si todo lo que me pasa
fuera parte del silencio
que siempre deja el abandono,
o tuviera que tener
carreteras secundarias para respirar
y música de Pink Floyd
para sentir que lo irremediable ya pasó.
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