Sigo teniendo luminosos corredores de sombras,
allí donde tu cuerpo habita mi memoria.
Y aún en el acaso de pensarte, despacio,
como son estas cosas pequeñas de uno mismo,
puedo sucumbir en la palabra,
la que te debo ansioso
desde la última vez en que nos vimos.
allí donde tu cuerpo habita mi memoria.
Y aún en el acaso de pensarte, despacio,
como son estas cosas pequeñas de uno mismo,
puedo sucumbir en la palabra,
la que te debo ansioso
desde la última vez en que nos vimos.
(en cursiva en homenaje a J.Á.Valente)
3 comentarios:
Se oye tan sólo una infinita escucha.
Bajé desde mí mismo
hasta tu centro, dios, hasta tu rostro
que nadie puede ver y sólo
en esta cegadora, en esta oscura
explosión de la luz se manifiesta.
pensarte, despacio, en palabra iluminada
un abrazo
Las luces y sombras por donde transita el amor. Abrazos.
Las sombras habitan cualquier espacio ocupado de ausencias.
Bestos.
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