Les amants du Pont Neuf pueden llegar cada uno a su cita en metro,
coger la línea siete dirección del Sena
y sin trasbordos encontrarse de nuevo a la hora acordada.
Hay una vida interior en la ciudad que huye de la luz,
un hábitat donde la prisa no demora el paso,
lleno de silencios pautados y música callejera,
miradas profundas o atisbo de desden,
lecturas de periódicos y libros en ediciones de bolsillo.
Un crisol de razas andan por las ocultas calles de París,
nunca un mundo se hace tan diverso
y tan igualatorio como en el metro.
1 comentario:
Es una delicia comenzar la mañana caminando por Paris con tu poema.
Ese Paris de los ojos del poeta que profundiza en lo que ve.
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