Me parece conocer a todas las turistas japonesas
que están este mes de mayo en París.
Me las encuentro en Notre Dame,
en el Louvre escuchando atentas las palabras de los guías,
paseando en Les Tuileries, La Defense,
en la torre Eiffel, en Montmatre,
en los puestos de libros de las orillas,
haciendo cola en L´Orsay,
en el metro, mirando los mapas de la red,
comiendo en los pequeños cafés
mientras repasan en su mente todo lo que han visto,
embarcadas en uno de tantos bateau mouche,
saludándome cuando me ven parado en medio de los puentes.
Creo que todas ellas son unas pocas
que se hacen de esta cuidad y crecen como las hiedras
entre los edificios, los bulevares, los muros del río…
y todas acabarán besando con pasión a un hombre
en cualquier banco del Pont des Arts
como si eso fuera en realidad a lo que han venido a esta ciudad.
que están este mes de mayo en París.
Me las encuentro en Notre Dame,
en el Louvre escuchando atentas las palabras de los guías,
paseando en Les Tuileries, La Defense,
en la torre Eiffel, en Montmatre,
en los puestos de libros de las orillas,
haciendo cola en L´Orsay,
en el metro, mirando los mapas de la red,
comiendo en los pequeños cafés
mientras repasan en su mente todo lo que han visto,
embarcadas en uno de tantos bateau mouche,
saludándome cuando me ven parado en medio de los puentes.
Creo que todas ellas son unas pocas
que se hacen de esta cuidad y crecen como las hiedras
entre los edificios, los bulevares, los muros del río…
y todas acabarán besando con pasión a un hombre
en cualquier banco del Pont des Arts
como si eso fuera en realidad a lo que han venido a esta ciudad.
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