Casi todo lo que preguntas se escapa de mis manos, de los dedos, como las gotas de lluvia que trajo noviembre. Vestida de invierno las noches te hacen luciérnaga en las sombras donde no llegan las farolas y en los estrechos senderos de las barras de bar donde el tintineo de las copas no puede ocultar la lumbre que expandes.
Sabes?, hay un hilo de luz entre la noche y el azar donde funámbulo conduzco ciego mis pasos para perderme en el aroma del mediterráneo y, para en el ancla de tus labios, saborear la incertidumbre.
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