Casi en mis manos las rosas sangran.
Derríbame en la noche
como si fuera la última vez
que me derrotas...
los muelles del amanecer
apenas saben de nosotros
y entre las sábanas
somos el fuego,
el cálido verano,
las gotas que el ámbar
siempre recuerda.
3 comentarios:
Es que la nieve y el frio nada pueden hacer con el calor de las sàbanas. Abrazos.
como si fuera la última vez que me derrotas...
Fer, que verdades tan bellas...y tan tristes
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