Hay un otoño que se enreda en los ojos de la lluvia
y me cala con su parsimonia de bosque
y su dolor de silencios.
Hay una ausencia,
la que dejan los pájaros
al abandonar los nidos,
la que deja un tren
al dejar atrás un andén vacío.
Todavía callo
cuando veo
en el horizonte
una línea fugaz
con el color púrpura del olvido.
4 comentarios:
Aunque se parezca poco, será la imagen, será el sabor agridulce, me ha recordado "Les feuilles mortes" de Prévert y la voz de Yves Montand.
Un beso.
Tu poema y tu imagen consiguen que todavía me guste más el otoño, con ausencias o sin ellas, con olvidos o recuerdos.
Besos.
Mientras el olvido siga siendo como una línea fugaz en el horizonte, nada está perdido.
Seguirán habiendo otoños y lejanías, inviernos y ausencias y volverá la primavera... y todo permanecerá vivo mientras el olvido siga allí, en el horizonte.
Besos amigo.
Simple y bello como ese horizonte vacío. Abrazos.
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