El día no trae gran cosa, una humedad que circunda el otoño y esa sensación de que el tiempo nunca es amigo de nadie y siempre arrastra un poco de tristeza entre sus dedos fríos.
He abierto varias cajas, todas guardan pequeños tesoros de mi vida, en una he encontrado una infinidad de postales y cartas, entonces, en cada viaje, había que escribir a los amigos y que se viera bien que te acordabas de ellos en plenas vacaciones, ahora casi nadie envía postales, casi nadie escribe cartas, para bien o para mal el móvil y el internet ha sustituido al correo postal.
Al leerlas me he sonreído, me han venido viejos alientos, recuerdos, mujeres hermosas que han pasado por mi vida como un soplo, algunas que todavía me duelen y otras que me da pena no haber vuelto a saber más de ellas.
La amistad y el amor ahora cabalgan a la velocidad de la luz y en su intensidad lleva lo fugaz y lo efímero a lo que estamos abocados.
He abierto varias cajas, todas guardan pequeños tesoros de mi vida, en una he encontrado una infinidad de postales y cartas, entonces, en cada viaje, había que escribir a los amigos y que se viera bien que te acordabas de ellos en plenas vacaciones, ahora casi nadie envía postales, casi nadie escribe cartas, para bien o para mal el móvil y el internet ha sustituido al correo postal.
Al leerlas me he sonreído, me han venido viejos alientos, recuerdos, mujeres hermosas que han pasado por mi vida como un soplo, algunas que todavía me duelen y otras que me da pena no haber vuelto a saber más de ellas.
La amistad y el amor ahora cabalgan a la velocidad de la luz y en su intensidad lleva lo fugaz y lo efímero a lo que estamos abocados.
2 comentarios:
Esas cajas en las que metemos, poco a poco, gran parte de nuestra vida... no deberían abrirse en septiembre, Fernando.
Besos
No sé por qué pero en días lluviosos, nublados y tristes se nos antoja recordar y ponernos meláncolicos será que queremos estar a tono con la naturaleza y mira que somos buenos para eso.
Un abrazo
Alba
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