Me hablas del adviento,
de la memoria de la carne
y de esta primavera
donde muertos los tambores
resuena la lluvia
entre los acantilados de las calles.
Derrocar el principio del deseo,
precipitarnos el uno en el otro,
en su sal de arenas
o en el pulso intrépido de la noche,
eso que es como salir
y ser de tu boca la humedad
o de la mía el lenguaje fraticida y salvaje,
para en un lugar sagrado,
un motel de carretera por ejemplo,
donde las sombras son silencios que se buscan,
saciarnos de mar, de cerezas,
de todas las frutas de este mayo lluvioso,
de todo lo que la sierpe ha arrebatado a los días,
de todo por lo que todavía merece la pena
perderse el uno en el otro.
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8 comentarios:
wow, que hermoso!!!! Memoria de la carne??? cuantos recuerdos tiene la piel...
Mil letras para perderse...
Un abrazo.
Hablar del pasado, del presente y del futuro.
Todo puede llevar de un cuerpo a otro.
El lugar es lo de menos.
Abrazos.
Me hablas de lo que ha de venir, me dices de lo que ya vino y me hallo en el acantilado de los instantes que han de suceder, que no es otro que "precipitarnos el uno al otro".
La magia de la noche alberga las sombras de lo desconocido y acoge el desplegar de los sentidos.
"Me hablas del adviento... de todo por lo que todavía merece la pena perderse el uno en el otro".
Precipitémonos pues a lo desconocido de los instantes venideros.
Besos.
Hoy he visitado un lugar sagrado, Fernando, un lugar de los tradicionalmente considerados sagrados. He tenido una experiencia extraña que ahora sería muy largo de relatar. Pero al salir también pensaba ¿qué otros lugares hay donde encontrar lo sagrado? Tú me has dado la respuesta, inesperada, reveladora: un motel de carretera.
Abrazos.
las sombras son silencios que se buscan...
el lugar sagrado será donde ocurra esto.
Un abrazo
Alba
No todos tus versos me dejan boquiabierta, aunque eres un excelente poeta. Pero hay algunos poemas que me calan más que otros.
No me preguntes por qué. Soy visual en lo que leo, me tiene que generar imágenes, no soy racional, me tiene que despertar sentimientos, amo las palabras y tú sabes como colocarlas para que me provoquen. Y en ocasiones me dejas sin palabras, que ya es difícil en mí.
“…eso que es como salir
y ser de tu boca la humedad
o de la mía el lenguaje fraticida y salvaje...,"
Me parece una pasada, maestro, todo el poema, pero estos versos... lo más.
Un abrazo.
si, vale.. vale... pero tiene que ser en ese motel???
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