Sabes de mí, esta duna del mar que avanza sola,
que se interna entre las olas lentamente,
como un barco mercante en busca de un horizonte lejano y eterno.
Recórreme, vengo del faro,
soy difusa como su luz
aunque mi huella en tu piel sea de arena
y él se aleje fugaz tras besarte y retener tu sombra en su pupila.
f.
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