Detrás del ansia quedó la mañana.
Austera de palabras
sólo tuvieron tiempo de un suave roce de labios,
un desayuno indefinido con mucho café caliente y té rojo.
A veces las miradas pueden delatar los errores,
a veces traen el vértigo,
el miedo a reconocerse como un perdedor frente al otro
cuando al acariciarte de nuevo
sientes que ha sido una noche inolvidable.
Austera de palabras
sólo tuvieron tiempo de un suave roce de labios,
un desayuno indefinido con mucho café caliente y té rojo.
A veces las miradas pueden delatar los errores,
a veces traen el vértigo,
el miedo a reconocerse como un perdedor frente al otro
cuando al acariciarte de nuevo
sientes que ha sido una noche inolvidable.
F
2 comentarios:
¡Que hermosísimo comienzo! Detrás del ansia quedó la mañana...
A veces la luz del alba nos devuelve a la realidad, a la rutina de un desayuno compartido sin sueños...a veces, sólo a veces.
Un abrazo y gracias por tan conmovedores versos.
Una mañana austera de palabras, quizás, pero llena de sensaciones de un instante pleno.
Abrazos.
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