Alargo la mano,
todavía siento la humedad de la noche.
La lluvia se mece en los cristales,
cae entre mis dedos y sigue los surcos de mi piel.
Un escalofrío me recuerda
que nada de lo que ahora soy
tiene más valor que un día con tu ausencia,
aunque en el múltiple bagaje de este inventario
siempre salga perdiendo.
todavía siento la humedad de la noche.
La lluvia se mece en los cristales,
cae entre mis dedos y sigue los surcos de mi piel.
Un escalofrío me recuerda
que nada de lo que ahora soy
tiene más valor que un día con tu ausencia,
aunque en el múltiple bagaje de este inventario
siempre salga perdiendo.
F
4 comentarios:
Hermoso ♥
Hay ausencias que nos vacían.
La mano tendida hacia el recuerdo amable quizás ayude a llenarnos.
Un abrazo.
Cuanta ternura se siente, apesar de la pena por la ausencia..
La lluvia.. y sus recuerdos.
Un abrazo grande : )
nada se pierde
cuando en el pensamiento
persiste el recuerdo
y el ayer
no existen inventarios con reglas
cuando el debe y el haber
son simplemente dos
la lluvia… trasciende
expande su humedad
y cubre la ausencia
nada se pierde
excepto tu mano y la mía
que inmersas en la noche
no se encuentran
divagaciones en días lluviosos
besos
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