senda de donde todo nos habita
y la pequeña sensación de la ternura
crecía entre tus dedos,
en esa mano temblorosa y fría.
Puedo declinar los verbos que tu cuerpo poseían
y erigir los adjetivos
en los que mis labios te daban su humedad,
así y todo y aunque el tiempo
posee siempre su propio criterio de abandono,
la lluvia puede ser incesante como tu voz
y retornar a las plazas y calles de la ciudad dormida.
F
3 comentarios:
conjugación húmeda
la voz presa
de la mano
del deseo
un abrazo
Una bella conjugaciòn , muy hermosa, sin duda. Abrazos.
Hay miles de verbos, besar, amar, acariciar..., con los que se podrían hacer millones de versos.
Explícita foto, vive dios.
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