El lenguaje de las hormigas es húmedo, constante,
ligero pero lleno de matices y sabores.
Nada se determina de antemano,
reconocen las sendas claras y oscuras de la tierra,
de un cuerpo sonrosado y de un anhelo.
Su murmullo es la marca de su saliva,
la piel siempre deseándolas
y aunque cierren los oídos, las ventanas,
las puertas de la cama,
ellas, pacientes, sabrán esperar.
Un poema que nunca apareció en el libro y que explicaba su titulo
ligero pero lleno de matices y sabores.
Nada se determina de antemano,
reconocen las sendas claras y oscuras de la tierra,
de un cuerpo sonrosado y de un anhelo.
Su murmullo es la marca de su saliva,
la piel siempre deseándolas
y aunque cierren los oídos, las ventanas,
las puertas de la cama,
ellas, pacientes, sabrán esperar.
Un poema que nunca apareció en el libro y que explicaba su titulo
6 comentarios:
y es que toda espera tiene algún final, aunque no siempre sea sorpresivo como este
besos Fernando
PD. habrá que ponerlo, aunque sea como anexo
De todas maneras quedaba bien claro lo bien que reconocían los caminos de la tierra y su paciencia.
Un abrazo.
Es el lenguaje, casi sereno, de la pasión. Abrazos.
Tal vez porque su lenguaje y su paciencia no sean ningún error.
Besos.
Me gusta el sentir de las hormigas, y si rojas, mejor.
Besos.
Todo lo que se descubre... gracias a la paciencia. : )
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