Será verdad y en cada mes de mi vida hay trazos de un noviembre, como si nunca pudiera agotar este otoño que me consume y me deja esa mirada triste entre los párpados, el réquiem del tiempo arrebatándome los muelles, la estación término de cualquier sueño. Podrían caerme unas lágrimas, sé llorar tanto como reír y como en todo que me pongo me arrebato para ser siempre una incesante llama, pero siempre me guarece este pozo sin fondo, su desierto, el umbral de un nuevo silencio donde reposar y donde encontrarme.
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7 comentarios:
Me confunde un poco el poema con la foto y "Laura". Primero, cuando he leído el poema, he pensado: Pero, Fernando, a ti que eres también un adorador de las amapolas, ¿incluso en ese mes luminoso se te cuela noviembre?
Después me he dicho que tal hablabas en nombre de ella, de la mujer de los ojos maravillosos y profundos como un pozo en noviembre, pero después, con el canto a la amistad que es Laura...
En cualquier caso, preciosa entrada.
Que els deus et guardin a tu, Fernando, sempre. Una gran abraçada.
A mi me pasa con abril. Todos los años. Espero la primavera, y viceversa. También me hiciste recordar a Silvio.
Te dejo un abrazo.
Laura, qué maravilla.Noviembre se cuela a veces y nos deja un poco helado el corazón. Besos
Sabes Bel que no suelo contestar a los comentarios...pero ante tus dudas..cada mes tiene su lado de otoño va a ser ineludible como cada día tiene su noche y ciertamente así lo siento...la canción tiene otra voz, porque quizás una música comoe stá siempre te deja esa emoción a punto de lágrima...por último la foto es de un tuareg...la mirada azul del desierto...esa que a veces conserva mi silencio...besos
Una parte siempre es noviembre.
Un abrazo
Alba
Me siento como en casa.. esta mirada... Laura de Lluís y tus palabras...
Un beso f...
Presiento que algún día llegarás a amar noviembre.
Un beso.
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