Palabras LXVII

Hay un fuego sin esperanza...cierro los ojos y el rojo incesante del crepúsculo me trae tu rostro.


f.

Palabras LXVI

Hay un hilo de luz sobre la noche, el fuego solo es parte de la partida...

luego nos queda la labor de hacer de ese instante algo inolvidable.



f.

Palabras LXV

Sostengo un pulso con tu mirada aunque se que al final siempre pierdo.


f.

Palabras LXIV

Vuelvo a ti, desnudo de la noche
soy apenas la sombra del faro
que abarcó toda la penumbra.


f.

Palabras LXIII

Eres la melodía precisa con que los verbos adquieren la humedad del mar.


f.


Del poemario "El Alhaquín"

Palabras LXII

Tu boca deja en mi piel remansos de luz.

f.

Palabras LXI

Bésame ahora, cuando todavía me duele.

Cada vez va ser más difícil olvidarte.


f.


Todas las mentiras que te debo

Palabras LX

Más allá de todo lo que soy está todo lo que de mí imagina.


f.

Palabras LIX

Es tu boca la que me trae la salina sensación del desembarco.

f.

Poemario "Desembarcos"

Palabras LVIII

Puedo amarte tanto como la noche,
y en ese precipicio de miradas esquivas
ser el fulgor de un último silencio.

f.


El error de las hormigas

Palabras LVII

Buscaba la brisa de la hoguera, el rojo resplandor de la llama,
el olor del fuego cuando arde la madera.


f.

Palabras LVI

Se abre con los primeros copos la contemplación.
Ahora sabes que serás la luz de las tardes y la huella del silencio.


f.

Palabras LV

He llegado al centro de tu deseo
y tu gemido se ha oído
como un trueno en medio del bosque.

f.


El error de las hormigas

Palabras LIV

Llueve sin reparos
y ella se hace
el último muelle de noviembre.

f.

Del poemario "El Alhaquín"

Palabras LIII

Después del sueño de la noche vino la luz reflejada en su desnuda piel.


f.

Palabras LII

Las sílabas de tu nombre son luz en la oscuridad de la noche.


f.

Palabras LI

Vendrá la noche y tendrá tus ojos...
mientras, la muerte, nos esperará al alba.

f.

(homenaje a Cesare Pavese)

Palabras L

¡Qué certera es la tormenta cuando cae sobre nosotros!


f.

Palabras XLIX

Todavía quedan regiones inexploradas de tu cuerpo,

allí suelo ir para buscar tu soledad.



f.


El error de las hormigas

Palabras XLVIII

Me amparo en tu mirada. Siempre espero en ti la llegada de la luz.


f.

Palabras XLVII

Y cruzar la llama:
una camisa blanca en la oscuridad,
tu mirada en el mar...
tu silencio al viento.

f.

Palabras XLVI

Siempre te busco en mis actos de silencio...
quiero escucharte respirando en el viento.

f.

Palabras XLV

En tus labios siempre perdura la primavera

f.

Fotografía de Madoz

Palabras XLIV

Me vas a amar
como solo saben amar
algunos pájaros: Para siempre.

f.

Palabras XLIII

La luz de tu cuerpo inunda la mañana.
En tu humedad todos los silencios se estremecen...

f.

Palabras XLII

..y el fuego es húmedo como el abismo.

f.

Palabras XLI

Suenan su alas en el silencio...viene un ángel,
nunca sabes si trae la vida o la muerte.

f.

Palabras XL

Vivo en silencio en la hondura de tu cuerpo.

f.

Palabras XXXIX

Regresas del fuego con las manos tiznadas de brisa.

f.

Palabras XXXVIII

Trazo en tu piel signos de luz,
todo lo que tiene el valor de los límites.

f.

Palabras XXXVII

Mi palabra sabe descifrar
el océano de tu espalda.
Navegarte.
Rendir tus caderas al ritmo de la luz.

f.

Palabras XXXVI

Te ungí con el óleo de mi boca,
respirándote como solo se respira la vida.

f.

Palabras XXXV

Toda la luz del mundo se queda entre los pliegues que nos deja el silencio.


f.

Palabras XXXIV

Un surco, dos vertientes habitadas por la luna.
Todo lo preciso calla,
mientras me recorre la longitud profunda de su voz.

f.

Palabras XXXIII

Aunque lo que nunca hemos tenido es esperanza
me guardas en tu pecho un nido de lumbre.

f.

Palabras XXXII

Solo el silencio sabe cómo te sostengo.

f.

Palabras XXXI

Llega con su lenta oscuridad, deshaciendo los sueños de las largas tardes del verano.

f.

Palabras XXX

Eres blanca piedra en el desierto,
calcinada arena entre los dedos míos.
Te beso con el derroche de mis ojos ciegos.


f.

Palabras XXIX

Echar de menos siempre nos deja un poco de eternidad.

f.

Palabras XXVIII

Podemos mirarnos como solo lo hacemos
en ese instante en que los dos sabemos
de lo que no se puede hablar.


f.

Palabras XXVII

La humedad del fuego.
El tejer del laberinto,
ciego entre las manos,
hurgando en la línea sabia del deseo.


f.

Palabras XXVI

Regresar después de la soledad.
Ser el canto que abre a la noche lo imposible.


f.

Palabras XXV

Lo preciso de la eternidad a veces lo deja una mirada.


f.

Palabras XXIV

Somos lo mortal, los que respiran,
rodeados de la eternidad silenciosa.

f.

Palabras XXIII

La voz es de la tarde, es el susurro que crece en el lado oscuro de la luz.

f.

Palabras XXII

Si escuchas mi voz sabrás de donde viene la lluvia.



f.

Palabras XXI

Cerremos los ojos...nuestra mirada ya es para siempre.

f.

Palabras XX

Hay algo imperfecto que nos une y nos hace eternos.

f.

Palabras XIX

Solo nos pronunciamos en el silencio del otro.


f.

Palabras XVIII

La noche se ilumina al paso de tu sombra.

f.