ESTRAVAGARIOSIGLO21

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ESCRIBO PARA REDIMIRME DE MI MISMO

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viernes, 30 de noviembre de 2012

Vuelvo a ti...






XXX

Vuelvo a ti, desnudo de la noche
soy apenas la sombra del faro
que abarcó toda la penumbra.


f.


jueves, 29 de noviembre de 2012

Viajo despacio







XXIX


Viajo despacio,
transito como un tren nocturno
que se deshace en el horizonte.
A veces soy la luz,
a veces la ausencia.


f.


Presiento esta muerte










XXVIII


Presiento esta muerte.
Acerado mimbre
que teje su urdimbre de sal
sobre mi corazón.
Hay demasiado fuego
ardiendo en la noche,
demasiado silencio
buscando mi cuerpo.

f. 


Fotografía de Joan Petanas










martes, 27 de noviembre de 2012

Ni siquiera mi sombra despierta en mitad de la niebla












XXVII


Ni siquiera mi sombra despierta en mitad de la niebla.
Solo percibo la soledad húmeda que nos inunda
como un susurro sin voz que empapa de tristeza tu cuerpo.



f.











Que brevedad de distancias








XXVI


Que brevedad de distancias
cuando los pájaros se ausentan
mientras todo cae
bajo la capa húmeda y silenciosa de la niebla.


f.


Prescinde la noche de palabras







XXV

Prescinde la noche de palabras.
La oscuridad solo guía dedos de viento
sobre las cristaleras.
Escucho su voz y anoto símbolos
que vuelven con el invierno.


f.


sábado, 24 de noviembre de 2012

Sombra de sombra...






XXIV

Sombra de sombra…
tanta muerte buscando en el silencio
una palabra que nunca encuentra.


f.


No eres la soledad






XXIII



No eres la soledad, solo compartes con ella un lugar en el mundo.
Ella se acerca a ti y hace de tu mundo su hábitat
pero también tiene su propia sombra buscándola.


f.


jueves, 22 de noviembre de 2012

Alargo mi mano









XXII


Alargo mi mano y puedo tocar el fondo húmedo de un pozo
o puedo estar con mis dedos desgranando la arena de un desierto.
La soledad tiene su silencio pautado,
un cuerpo de morse donde cada signo suma
en la gravedad de cada instante en que ella te habita.


f.


miércoles, 21 de noviembre de 2012

No sé donde buscarte












XXI


No sé donde buscarte.
El silencio tiene una branza con la que ata mi corazón.
Ahora vendrá el amanecer
y sin pájaros, todavía, la soledad sabrá más de mí.


f.





He escrito en un papel la palabra ceniza










XX


He escrito en un papel la palabra ceniza
y el viento se ha llevado la imagen precisa de una deserción.
Mis manos tiznadas guardan todavía tibia la verdad.


f. 




lunes, 19 de noviembre de 2012

Contemplo el horizonte como si fuera un bosque encendido










XIX


Contemplo el horizonte como si fuera un bosque encendido.
La nieve se va demorando en las cumbres
y llena las copas de los árboles con el silencio.
Cae la noche y mi corazón se habita de oscuridad.



f.





domingo, 18 de noviembre de 2012

Me arrojo en manos del silencio










XVIII

Me arrojo en manos del silencio.
Callo mirando el cielo.
Sus nubes preñadas de humedad.
Este mes de borrascas
trae muchas preguntas
y me deja ese presentimiento
que en los rincones del amanecer
acalla la ceniza.


f.


Hoy no siento a los pájaros








XVII

Hoy no siento a los pájaros
¿De dónde vienen los pájaros del invierno?
Quisiera estar al lado del mar.
Habitar ese vacío de playa desierta
y dejar mis huellas en la arena
como las gaviotas y otros pájaros marinos,
solo por el hecho de ver reflejado mi pasado,
por un instante,
en medio de la autentica soledad.


f.


viernes, 16 de noviembre de 2012

El vacío no tiene nombre












XVI

El vacío no tiene nombre,
solo trae con él    
cierto aroma de los muelles
y de las viejas estaciones
de donde nunca partimos.
Mejor saberlo y sentir sus mordeduras,
el frío que sin saber por qué
te oprime hasta ahogar tu respiración.



f. 





Traigo esta hambre







XV

Traigo esta hambre, la inmensidad.
Tu distancia conserva el viejo tintineo de las campanas,
un camino desde la lumbre a ese puerto de espadañas y olvido.

 
f.


lunes, 12 de noviembre de 2012

Mis manos están sucias











XII

Mis manos están sucias, oscuras como la noche
cuando la luna se ha quedado cubierta por las nubes.
Oigo pasos que vienen detrás de mí,
mi sombra se recorta en el suelo,
tiene el don de andar por las paredes
y no mojarse en los charcos de la lluvia.
A veces la soledad tiene ese aire impredecible
que escribe en tu espalda el miedo.


f.


domingo, 11 de noviembre de 2012

Alargo mi mano











XI

Alargo mi mano, toco el límite y siento el frío del miedo.
No sé dónde me he perdido,
tanto tiempo buscando la brisa que enardece a las rosas,
ahora solo respiro el aroma del fuego…
tal vez he sido tan fugaz como un recuerdo.




f.




No sé que rumor me trae el viento









X


No sé que rumor me trae el viento
en el ir y venir de su murmullo.
Anhelo despertarme,
y al mirarte a los ojos,
descubrirme de nuevo
tan vivo como siempre,
como si no contase la distancia,
este deshacerse lentamente
en las frías manos de la muerte.



f.

viernes, 9 de noviembre de 2012









IX


 Las drizas traen la música del invierno.
Nos derrumba el viento con su letanía triste.
No hay más luz que el recuerdo solitario del mirlo.
Su voz queda en la espera,
cuando la primavera emerja en tu mirada.




f.



jueves, 8 de noviembre de 2012

Presiento el acoso del frío









VIII


Presiento el acoso del frío, la nieve enlazada con la nieve.
Una estación donde paran los recuerdos,
el largo andén donde tú y yo nos conocimos.




f.



miércoles, 7 de noviembre de 2012

Miro el cielo abatido por la oscuridad











VII


 Miro el cielo abatido por la oscuridad.
Lejos debe haber una verdad diferente
con senderos de milenios y fuego
que apenas caben entre mis manos de hombre.
Perdono todo en estas horas de lluvia,
solo escucho respirar la tristeza
como un habitante solitario de la noche.


  f.


lunes, 5 de noviembre de 2012

Será la lluvia









V

Será la lluvia, lo incesante del otoño,
una distancia de nombres y noches
donde todo se somete a la mirada incisiva del tiempo.
Vendrás a mí, a morder en mi boca,
creciendo desde mi corazón
hasta el lado más oscuro que de ti guarda mi sangre.
 
f. 




Un tren tras otro







IV

Un tren tras otro tiene a la noche esperando.
Es la cadencia de imposible relato
que queda en tu corazón cuando acaricias la penumbra.




f.

domingo, 4 de noviembre de 2012

No hay preguntas que alcancen el cielo






III

No hay preguntas que alcancen el cielo.
Unas nubes desde el norte atraviesan el páramo
y dejan cierta sensación de ausencia,
traen un poso de inquietud,
como lágrimas anhelando mis ojos,
y la lejanía como único vínculo con el pasado.


f


sábado, 3 de noviembre de 2012

Hay junto a mí




II


Hay junto a mí demasiadas sombras,
 unas y otras guardan su cansada ira sabiéndose muertas.
Mi memoria es un jardín con una vieja tapia de adobe,
dentro se oyen pájaros
en el fragor encadenado del silencio.

f.




viernes, 2 de noviembre de 2012

Arqueo las cuentas de los días











Arqueo las cuentas de los días. 
En mis bolsillos encuentro la verdad, 
 la verdad simple que te dan las cosas sencillas, 
desde un amanecer 
hasta contemplar como el viento arrastra la hojarasca. 
Tengo la sensación de que siempre pierdo. 
Quizás le exijo demasiado a la vida 
y no sé medir con exactitud
 lo que pueden alcanzar mis manos.




F



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