
Veré esa mirada que dejan los puertos a la noche,
un trayecto de gaviotas y oráculos de huellas en los muelles.
La ciudad ahogada por el mar
con sus viejos latidos y sendas de silencio,
mientras que yo, sintiéndome perdido,
cruzaré pequeños puentes de piedra y plazas solitarias,
lugares donde todavía si sabes escuchar el agua te habla.
un trayecto de gaviotas y oráculos de huellas en los muelles.
La ciudad ahogada por el mar
con sus viejos latidos y sendas de silencio,
mientras que yo, sintiéndome perdido,
cruzaré pequeños puentes de piedra y plazas solitarias,
lugares donde todavía si sabes escuchar el agua te habla.