
Siguen los trenes solos rodando con la lluvia
P.Neruda
Puedo robarte un beso,
esperar que la noche sea sincera
detrás de esta lluvia sin rostro y sin medida.
Hay estaciones en que las palabras habitan los viejos estantes,
son como los números de un almanaque,
se graban en la soledad de las esperas
y hacen que los raíles forjen un sendero de encendido fuego.
Traerás algo más que tu boca al encuentro conmigo,
impreciso instante que marca un viejo reloj,
pero no zozobra el ansia de volver a verte
sólo que hay una tristeza alrededor del andén,
como si todos mís muertos
fueran a venir en el próximo tren.
F
3 comentarios:
Bellísimo....
traerás algo más que tu boca...
Ese verso vale un millón...
Se puede sentir en él todo:
la voz, la mirada, el dolor...
Cariños, Fernando
Querido Fernando,
¡Qué capacidad la tuya! me despisto unos días y ya hay un montón de entradas nuevas. Preciso y precioso poema con sus melancólicas imágenes, el tren, la lluvia, la muerte. No sé por qué asociación me he acordado de Pavese "Vendrá la muerte y tendrá tus ojos".
Un abrazo.
Rememoramos hechos, momentos, situaciones, sentimientos, vivencias del pasado con cierto sabor de complacencia por haberlos vivido, independientemente de la realidad que fue.
La lluvia de sentimientos siempre es un tren en movimiento y en las estaciones suben más instantes de los que bajan.
Besos amigo.
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