
Me empapo de ti y en tu desnudo el sudor se hace equilibrio.
Hay un sendero húmedo que lleva en tu boca la saliva.
Cada eterna caricia dura poco
y sin embargo un cuenco aceitoso
recoge en la memoria tu cuerpo y el mío.
No reconozco esta cama,
esta habitación donde me habitas,
puede ser un deseo o el error del insomnio,
pero tras esperarte y amarte sin tiempo,
cuando te encuentro soñando a mi lado
sólo con la piel y una tenue sábana cubriéndote,
registro los momentos como únicos.
Esa vela que alcanza un aroma de amanecer
golpea los cristales
y nos trae un mar encrespado,
un día difícil,
pero aquí todavía duerme la noche.
F
6 comentarios:
Todo puede ser, hasta un error hilvanado en la noche de los tiempos. Abrazos.
y que prosiga la noche en su placidez envidiable, que el amanecer sea sólo una sospecha...
un abrazo
Me gustan esas noches cuando son realidad, pero si son son esperanza o deseos de que sean reales, me duelen.
Un besazo Fernando, y espero que dure la feria para tenerte más escribiendo.
Yedra
Momentos únicos, sin duda,Fernando. Los sueños pueden venir por múltiples caminos. El deseo tiene el suyo propio. Expléndido poema.
Besos
Nos empapamos en Islandia??
ty us palabras empaparon mi alma...
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