
Quiere el viento llevarte de mi palabra la humedad
como si el eco fuera parte de una tormenta
y este verano nocturno creciera en tu corazón
haciéndose salvaje e impenetrable bosque.
Muelles de espera en la mirada del hambre
y lluvia, mucha lluvia
trasladando el empapado enjambre
hasta los confines cercados por tu boca.
Seré un precio caro donde perderte,
en ello te ira la vida,
y no será en tu cama donde amaneceré,
salvo mi sangre encharcando tus sábanas
de mí no quedará nada,
aunque tengas un océano azul entre tus piernas
y en tus pechos aniden las águilas.
Cada mano tuya será una hiedra que subirá por mis muslos
y se abandonará en mi sexo para deshacerme,
mientras tus labios desnudarán mi alma
y deshojarán del aliento todos los silencios,
para que mi dicha sólo sea un racimo de horas
y un nuevo naufragio tras morir contigo.
F
7 comentarios:
Morir con ella...
quiere el viento que el amor se nos vuele tan alto
para caerse en mar de silencios
... pero que dure la dicha en esos racimos de horas contadas
Ufff...dónde está el barco que nos ha llevado a este mar húmedo, ondulado, y sensual, Fernando. Fabuloso el poema y perfecta la foto elegida.
Besos
Me gusta como escribes, te pareces a mi en ese sentido....saludos desde Republica Dominicana...
Te invito a que leas algo de lo que escribo en mi espacio sin tabu
Morir y resucitar....
Besos.
Ah... precioso.
besos
Un espacio, unas horas, un tiempo... donde desatar tormentas, naufragios, un temporal en una noche de encuentro. Todo vale, todo se admite en la oscuridad que invade el momento y si "quiere el viento" desatar sus corrientes nada se detendrá a su paso. Abandonarse hasta que el amanecer devuelva la calma y la lluvia haya amainado.
No se puede luchar contra las fuerzas de la naturaleza, hay que lidiar con ellas.
Te mando un beso si "quiere el viento" hacerlo llegar.
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