He ideado una forma de demostrar que te quiero.
Pongamos que hago nuestro un pequeño trozo de tierra,
solitaria, habitada solo por árboles y pájaros,
a modo de una isla en medio de la soledad...
y yo, sin más pretexto,
te nombro cada día en las noches
con signos que solo tú conoces y comprendes,
luz y oscuridad para templar tu corazón,
acariciarte y recorrer tu cuerpo:
encender de deseo tu pensamiento.
F.
No hay comentarios:
Publicar un comentario