
Sustento tu dolor,
un arma cargada de silencios.
Hay pájaros que hablan de ti,
en sus alas se escriben las palabras más bellas
y en su vuelo pierden las plumas azules que te nombran.
Las estaciones siembran la duda,
¡pendientes de sus días se llevan tantas cosas!.
Hoy, detrás de las sombras he visto una luz,
casi podría decir que he visto una estrella,
pero el horizonte apenas tiene ordenes precisas,
tú fuiste el reflejo del fuego,
yo sólo el humo y su ceniza.
F
5 comentarios:
Rayos, Fer. Me pillas flojo.
Quizás por eso me pierdo en la conjunción de ese reflejo del fuego y el humo y la ceniza.
Gracias. Un abrazo.
Hay mañanas como estas, frìas, lluviosas, empecinadas, en que uno querrìa ser cobijado y sustentado con apenas un silencio parlante que nos diga: aqui estoy.
Bellìsimo, què decirte si cada mañana, tarde y noche me dejas perpleja, sumida en mi submundo.
Un abrazo, Fer
¡Que bello es el silencio que se ofrece en el dolor!
Sin palabras, sin gestos, sin sonidos, sin nada que pueda disfrazar ese penar, dejando que se diluya en las alas de un pájaro, en la duda de los días, detrás de las sombras o en el errar del horizonte.
El reflejo se disolverá en el tiempo, el humo y su ceniza también se esparcirán.
Grande es el silencio que acompaña el sentir de un dolor.
Me quedo en el silencio acompañando el sentir de este poema.
Hermoso...besos, amigo.
cuando amamos a alguien todo nuestro alrededor habla de ese alguien...me encantó el versos de los pájaros...
besos
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