
Mis manos te sostienen en el aire.
Tú sabes tanto que no me temes
porque todo lo que te ofrezco lo conoces.
Hay debitos de tardes somnolientas,
en los que te has quedado en la musaraña de mi boca,
cuando tu deseo es meterte dentro,
bien adentro,
saberte dueña de mi lengua
y desgastar el tiempo,
su paisaje,
entregada a mi
como una noche
se esparce entre las flores.
F
6 comentarios:
Es la belleza de un ahora, el mundo desplegado de un instante, donde el deseo de adentrarse se funde en el ser de si. La eternidad de la noche culminando en el rocío del amanecer.
Hermoso instante.
El amor, el deseo o como se le quiera llamar, es como un salto al vacío y confias en las manos del otro. Benditas manos las que te sostienen en el aire y no te dejan caer.
Besos
Tu poesía está llena de imágenes, Fernando. Es fácil leyéndote cerrar los ojos y encontrarse frente a frente con la musaraña, o ver a la noche deslizándose por el paisaje.
Un abrazo!!
confianza, solo confianza en unas manos que sostienen en el aire...
besos
cofianza, tan frágil...hermoso.
Besos
en tus manos, una puede ser cualquier cosa...
besicos:)
Publicar un comentario