
Has de negarme.
Cerrarás las puertas y ventanas
y mi voz quedará esperándote
en el quicio del miedo.
Soy el viento que te nombra,
aquel que te recorre con su humedad de selva.
El tiempo pasa,
he de ser parte de tu memoria,
ese hilo de sangre,
donde, de vez en cuando,
respiras.
F
5 comentarios:
Fernando,
todos tus poemas son de alta factura.
Todos los que he leído me han gustado, los he disfrutado.
Pero éste me ha maravillado.
Quicio del miedo es una imagen impagable....
Fantástico texto....!
Contundentes imágenes, Fernando. Contra el intento de olvido, la memoria como hilo de sangre, inevitable.
Bellísimo.
Excelente!!
;)
Esperar en el quicio del miedo...duro mas cuan cierto.
Un abrazo
No es un hasta pronto, no es una hasta luego, suena a despedida para siempre, a un adiós definitivo.
Una despedida determinante, un adiós que deja raíces, raíces en la memoria, en el recuerdo. Raíces profundas e impregnadas de espacios vividos y sentidos.
Dolorosamente bello.
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