Seré el dolor o unos labios
que en tu cuerpo se deshacen.
Cada día es un renglón de luces,
el sarmiento de un vino fresco,
recién libado en la boca del deseo.
Tiene el final de junio
su hoguera prediciendo el fuego,
unas pavesas de muerte
que iluminan la noche,
todo lo derramado desaparece en las brasas
mientras las sombras bailan el rito de lo antiguo.
Tú me buscas entre las palabras y los silencios
y mi piel se hace húmedo bosque
en el que penetras cada vez que me miras,
por un río de oscuro nombre
te haces de mi sangre
y de todo lo que el amanecer conoce.
F
6 comentarios:
te haces de mi sangre...
genial amigo... sin palabras...
mil besos
Tú me buscas entre las palabras y los silencios
y mi piel se hace húmedo bosque...
bello final.
besos
Que el solsticio de verano te traiga lo que desees, Fernando.
Un beso.
Fuego purificador y necesario .....
Un beso f.
El final de junio predice el fuego, una hoguera la tradición y las pavesas el esplendor del rojo fuego, su máxima expresión... lo derramado desaparece en las brasas y como el Ave Fénix renacerá de nuevo al siguiente junio.
También el dolor, el roce de unos labios, el deseo, las palabras, los silencios... todo renace de nuevo cuando la sangre corre por un río y surge al amanecer.
Siempre se puede renacer de nuevo.
Besos.
al calor de la hoguera,
al calor de la pasión...
bss
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