
Sabes demorarte en la tarde,
casi te dejas arrastrar por la sombra,
aunque habitas el lado amable de la hiedra
un reposo de silencio te aguarda,
en él mis manos abren surcos
donde los pájaros te cantan,
y tú te sostienes
colgada en el vértigo
que tu piel reclama.
4 comentarios:
Me deja usted pensando. ¿Cuál es el lado amable de la hiedra?
Vengo desde la página de Ybris que acabo de descubrir y voy como Colón de descubrimiento en descubrimiento, de isla en isla.
El doble placer de lo largamente esperado.
Un beso.
Esas tardes imprecisas que nos regalan la sombra de unos versos flotando entre la hiedra. Abrazos.
mmmmmm...
colgada en el vértigo
que tu piel reclama.
¡qué bonitos dos versos!
un beso
Publicar un comentario