
Resurjo del viento, soy sincero en el esbozo de la noche
y ardo en las premisas como un nuevo astro fugaz e inaccesible.
Me delato en lo impreciso aunque en la palabra sea el ascua, su llama,
y vierta el dolor de los silencios
en una inagotable lluvia delatora y descarnada.
Cruzo los puentes y pido descalzo con las manos abiertas,
apenas nada, veinte gramos de ternura,
a cambio de ese verso en el espliego,
un ramo de rosas encarnadas
o ese beso de azules que todavía guarda una barra perdida.
y ardo en las premisas como un nuevo astro fugaz e inaccesible.
Me delato en lo impreciso aunque en la palabra sea el ascua, su llama,
y vierta el dolor de los silencios
en una inagotable lluvia delatora y descarnada.
Cruzo los puentes y pido descalzo con las manos abiertas,
apenas nada, veinte gramos de ternura,
a cambio de ese verso en el espliego,
un ramo de rosas encarnadas
o ese beso de azules que todavía guarda una barra perdida.