ESTRAVAGARIOSIGLO21

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ESCRIBO PARA REDIMIRME DE MI MISMO

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sábado, 6 de septiembre de 2008

Renglón






El silencio camina con su llama, hasta que te quema y habla.




F

viernes, 5 de septiembre de 2008

Entre tus pechos







Entre tus pechos mi deseo se hace amante,
cubierto lienzo de mis dedos sobre tu piel estremecida.
Son recogidos, besados, lamidos,
tanteada su luz en la noche
hacen girar los astros al ritmo incesante
de sus areolas sonrosadas.
Crece el gemido de tu cuerpo,
llevando en su marea todos los olvidos,
todos los versos que mis labios les regalan.




Poema publicado con un pequeño cambio en Octubre 2007

F

jueves, 4 de septiembre de 2008

Hay voces...







Hay voces que nunca olvidaremos,
yemas que nos saben,
labios que tiene en su recuerdo nuestros sueños,
pero también hay ciertos bochornos
que al rememorarlos es mejor mirar al horizonte
y decir con cara de póker : “sin comentarios”.


F

miércoles, 3 de septiembre de 2008

El alhaquín





El alhaquín teje la urdimbre del tiempo,
en mi piel siento el cuenco de sus horas derramado.

Los pájaros se sustentan en mi mirada,
atraviesan el lago, se vuelven lluvia,
lágrimas en que prender la tarde.

Todavía las noches traen una sabara difusa,
un ronroneo de gatos que estremece.
En mi ventana mueren pequeñas polillas,
buscan en mi farol una quimera.

La montaña es un verso dilatado,
el gasto perpetuo de la metáfora,
un pulmón donde respirar la soledad.

Los mirlos tienen el dolor de la nieve,
y se hacen pretéritos con su mirada oscura.

Llega en el suave desliz de las hojas
y enriquece la sombra del alba
con su diminuta pleitesía de agua.

En cada gota un mundo interior sigue palpitando.
Hay unos segundos en que vivo en una de ellas.



F

martes, 2 de septiembre de 2008

Este dolor.....





Este dolor apenas son unas lágrimas en el lago que me recoge.
Ahogo el silencio en el vuelo de un pequeño cernícalo.
Impasible, se pierde en el reflejo del bosque.

Puede la sabara arrastrar el fuego,
traer su lengua húmeda hasta la tarde.
Ser la fatiga, el hambre de la noche
y esa lluvia que fenece entre nosotros.

Es imparcial este juego de lo imposible.
Ser felices en la soledad de un viaje.
Expuestos al paisaje y a su eternidad.

Amar lo fugaz de la luz.
Sentir en la piel el escalofrío.
No hace falta el borde sinuoso de un deseo
para que todo tu cuerpo se redima del mundo
sintiendo ser una pequeña sombra entre los álamos.

Quedará en mí como un aliento,
el reflejo del cielo y su tormenta,
el vuelo del pájaro,
el dolor del tiempo.



F

lunes, 1 de septiembre de 2008

Soy en lo diáfano la luz






Soy en lo diáfano la luz.
Me convierto en brisa.
Una herida más de la tarde en tus ojos.

La voz llega de más lejos,
cada centímetro ganado es un milagro,
un tintineo, un escalofrío en la dureza de los huesos.

Se ausentan los pájaros en el hueco de la soledad
y allí arriban los barcos que traen las especias.

Todavía hay nieve en las cimas de mi memoria.
¡Cuantos presagios me ha traído este final de estío!

Un faro secuestra mi deseo y soy de la vida su humedad.
Prendo el valle.
Arde el desierto en el viento.
La tierra se hace grumos.
Yo soy el esclavo.
Un continente de arena imprecisa.

He visto enrojecerse las nubes.
Gotean la claridad y esparcen silencios en sus dagas.

Puede que la herida sea profunda.
La muerte es una infusión que siempre acaba helada en los labios secos.

En los jirones de la noche sigo
y aunque te presiento
dejo que el otoño haga su trabajo de abandono.


F

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